Argentina: La inflación - salva a los ricos, mata a los pobres

Posted by LA CHISPA on 21:57


La Chispa N° 37.
CIT en Argentina.

La inflación no es un fenómeno natural que nos cae encima como la lluvia, sino simplemente el aumento de los precios de los productos de consumo a que apelan los capitalistas que los producen para defender sus ganancias -el fin supremo- del aumento de los precios internacionales de los insumos y de la competencia de los otros grupos capitalistas. Ellos son los llamados “formadores de precios”. Ni los trabajadores, ni los pobres, ni los pequeños comerciantes y productores, pueden “formar” precios.

Los grandes capitalistas siempre se salvan, aunque se aumenten lo salarios, los insumos, pues ponen sus propios precios por encima de esos aumentos.

Por eso, la carrera de los salarios detrás de los precios es interminable: los salarios van a ser siempre “comidos” por la inflación, por la suba de precios; por eso los pobres van a ser cada vez más pobres; por eso los pequeños comerciantes y productores van a vender y producir cada vez menos, pues suben las mercaderías para el comerciante y los insumos para los productores.

Nuestro gobierno “progresista”, “nacional y popular”, etc., está tratando de meter el problema de la inflación bajo la alfombra hasta las elecciones; la presidenta ni lo nombró en su discurso de apertura de las sesiones del Congreso. Además entra en graves contradicciones cuando quiere explicar lo que sucede, pues el INDEC plantea que la inflación es baja, un tercio de lo que dicen los analistas privados, y destaca la generosidad empresaria ya que, según ese organismo, sólo aumentan los precios un 10% y acuerdan con sus trabajadores aumentos de sueldos de entre un 25 y un 30%.

¡Es decir que, según el INDEC, estos “formadores de precios” estarían distribuyendo y socializando la riqueza! Esa es la actitud “combativa” que adopta nuestro gobierno ante los aumentos reales de los precios que todos conocemos más allá de las estadísticas oficiales o privadas.

Esos aumentos son en alimentos, que significan un altísimo porcentaje del consumo de los sectores de menores ingresos, de alrededor de un 60%. Por ello en las paritarias actuales se están pidiendo y consiguiendo aumentos mayores que los del pasado año, de alrededor de un 30%, cuando los generosos capitalistas no querían que pasaran de un 20%, y nuestro gobierno progre y popular no más de un 25%.

¿Qué salida nos da este gobierno frente a la creciente inflación? La presidenta nos dice que esa inflación no es tal, que es una “dispersión” y una “distorsión” de precios, ante las cuales les pide por favor a los generosos empresarios que no aumenten mucho. Y el amado ministro de economía, Boudou, nos aconseja, como Lita de Lazzari en la época de Menem, que “caminemos” buscando los mejores precios.

Algunos gremios ya han experimentado el engaño de los aumentos de sueldos rápidos y con cuotas a lo largo del año, que luego son devorados por la inflación, y quieren sacar un buen porcentaje ahora, y reservarse el derecho de una nueva paritaria para cuando los precios sobrepasen lo logrado.

Pero para que no pase como siempre, a través de todos los gobiernos, que finalmente los precios nos comen los aumentos de salarios, tenemos que lograr la unificación de las luchas, realizar asambleas en todos los gremios donde se establezca un salario mínimo, vital y móvil en serio, que vaya aumentando periódicamente de acuerdo al nivel del costo de vida, y se fijen todas las demás variantes de los sueldos, como antigüedad, especialidades, etc., para converger en un congreso común y decidir y pelear todos juntos por esas medidas.

Para ello tenemos que exigir esas medidas a los dirigentes, pero, a la vez, ir forjando desde abajo una nueva dirección combativa, democrática y representativa que impulse la organización y la lucha.