Crisis Económica: Europa en llamas

Posted by LA CHISPA on 21:28


La Chispa, Boletín Internacional

Número 33. Junio 2010.



Se terminó el cuento del “capitalismo con rostro humano” que durante años nos vendieron los gobiernos de Europa.


La Europa del bienestar, donde los inmigrantes se ocupaban de los trabajos más duros y peor remunerados escapando de sus países de origen por guerras, hambrunas, falta de trabajo, etc. Se terminó aquel soñado paraíso del Euro. La crisis económica capitalista estalló a partir del 2008 y desde entonces se fue extendiendo y profundizando desde el corazón del capitalismo imperialista, los EEUU, para instalarse en toda Europa y Japón e irradiando sus efectos a todo el planeta.


Los responsables de la crisis, la gran burguesía imperialista, sus gobiernos y multinacionales pretenden ahora que los efectos producidos por su rapiña los paguemos todos los trabajadores y pueblos del mundo.

Quieren recuperarse a costa del descenso en el nivel de vida, la desocupación, la desesperación, la disminución de los salarios, etc. de los pueblos.


Pero la clase obrera organizada, la juventud sin trabajo, los pobres del campo y la ciudad, los jubilados, las mujeres, han salido a pelear para impedir el despojo.

Los argentinos y latinoamericanos sufrimos, desde hace décadas, los estragos que han ido causando a nuestros pueblos el pago de siderales deudas fraudulentas con los grandes prestamistas-usureros.


Este folleto está destinado a analizar la crisis de Europa, sus raíces en el sistema imperialista, las gigantescas olas de protesta obrero-popular que está generando, y sobre todo, cómo incorporarnos a la pelea, ya que no es cierto que nuestro país, “sabiamente” conducido por la dupla Kirchner-Kirchner, puede permanecer al margen, sin que la crisis lo salpique.


Desocupación creciente


Mientras los gobiernos, los “comunicadores” y la prensa en general hablaban todo el tiempo de las hipotecas “toxicas”, y toda la ayuda de los estados iba a socorrer a los bancos, la llamada “economía real” no solo producía objetos que no podía vender (desde automóviles hasta zapatillas, alimentos, repuestos, etc., etc.) sino que enviaba cada vez más trabajadores a la calle. En los EEUU aumentaban las familias que perdían sus casas e iban a vivir a la calle, en carpas, viejos automóviles, vagones de ferrocarril o lo que encontraban. En Europa la desocupación aumentaba y producía duras réplicas de los trabajadores en todos los países. Trabajadores de Alemania, Francia, Inglaterra, España, Islandia, Irlanda, Italia, Portugal, Grecia, se movilizaron contra los despidos y el cierre de empresas. Hubo tomas de fábricas, cacerolazos, barricadas, y todos los métodos de resistencia que los argentinos también conocemos y usamos.


El desempleo fue creciendo, la actividad económica se fue achicando, los gobiernos de la “democrática” Unión Europea se lanzaron a la persecución de los inmigrantes. Al no haber trabajo no hay salario, y las compras se frenan. Y así se produce cada vez más desocupación, en especial entre los jóvenes. En España los jóvenes sin trabajo llegan al 40%, el doble de los datos que el gobierno reconoce del 20%.


La “peste” que va propagándose es la de la miseria, los salarios congelados, la desocupación creciente... Pero para esta “plaga” no hay ayudas millonarias de gobiernos; por el contrario, son los despojados, las víctimas, los que los gobiernos quieren que paguen la crisis.


Es la moneda única europea, el Euro, y en general toda la arquitectura de unificación de Europa que marchó bien mientras había auge económico, la que ahora que el boom acabó está resquebrajándose.


La recesión se profundiza y la crisis ya comenzó a producir grandes estallidos sociales. ¿Cómo mantener bajo la misma moneda a países sin políticas fiscales comunes y productividades tan diversas, impedidas de ajustar periódicamente sus desequilibrios recurriendo a la desvalorización de su moneda, puesto que ahora carecen de ella?